La palabra Ecumenismo para los católicos significa la reunión de todas las iglesias bajo la sola autoridad del Papa en la fe de los mismos.
Es la unidad de la Iglesia, de la cual habló Cristo cuando, en la parábola del Buen pastor, en Juan 10,16, declaraba: "Yo doy mi vida por mis ovejas y tengo otras ovejas que no son de este redil; es necesario que yo las traiga, y oirán mi voz, y será hecho un solo rebaño y un solo pastor" .
La Iglesia romana no puede renunciar a creerse la continuadora directa del Cristo evangélico y la heredera auténtica del cristianismo.
Por lo tanto, se pone alerta contra el peligro que consistiría en no dar importancia vital y espiritual al dogma, para contentarse con un vago sentimentalismo de la unidad. Insiste para que se demuestre bien a los no católicos que la conversión no es una mutilación, sino la conclusión de lo que ya poseen.
Pero ellos pueden enriquecer la Iglesia con su psicología y su mentalidad propia.
Las reuniones interdiocesanas, nacionales e internacionales, deben pedir autorización a la Santa Sede.
Las reuniones con un fin práctico, entre católicos y no católicos no tienen necesidad de una autorización especial. El Santo Oficio permite además el rezo en común del Padre Nuestro o de otras oraciones aprobadas por la Iglesia.
Para los protestantes, el ecumenismo es la reagrupación de las Iglesias reformadas disidentes.
Este reagrupamiento se ha iniciado con la reunión de la Iglesia reformada de Escocia, en Suiza.
El deseo de reunión se vio por primera vez en la instrucción del Santo Oficio del 29 de diciembre de 1949, Ecclesia Catholica, que expresa una actitud de interés para este movimiento, en el cual el Santo Oficio reconoce explícitamente una moción del Espíritu Santo, donde por vez primera, el catolicismo juzga oficialmente que las mentalidades están lo suficientemente evolucionadas y considera positivamente lo que puede hacer en común con las iglesias que considera como heréticas o cismáticas.
El deseo de la Santa Iglesia es el retorno de todas las iglesias no católicas a la obediencia romana.
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